La Revista Sobremesa nos analiza y marca como imprescindible a nuestro Íñigo Amézola 2011.
http://www.quioscosobremesa.es/revistas/2015/index_sobremesa_noviembre2015_JN33248.html
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ESTE MES… CUÁNDO Y CÓMO DECANTAR UN VINO
A veces es necesario decantar la botella, normalmente cuando se trata de vinos viejos, de un reserva o un gran reserva, o bien vinos que no hayan sido filtrados. El proceso de decantar se realiza para depositar (decantar) las partículas en suspensión que pudiera tener el vino, generalmente materia colorante que con el tiempo en botella acaba precipitando. Es importante hacer notar que estas partículas no son malas, pero es algo incómodo beber el vino con posos.
Mucha gente utiliza el decantador como método de oxigenación, aunque no sea este su objetivo. Los vinos que han pasado por un largo periodo de crianza en botella, suelen estar «cerrados», presentan aromas de reducción, que sería el efecto contrario a estar oxigenado. Esta reducción es la que podemos percibir en una habitación poco ventilada y en un vino da aromas a humedad cuadra, caballeriza o incluso estiércol. Aunque pueda parecer desagradable, lo cierto es que estos aromas desaparecen y no suponen un problema.
Para saber si un vino necesita oxigenación se debe de servir una copa y pasados diez minutos servir otra. Si se aprecian diferencias y una mejora en la primera copa comparada con la segunda quiere decir que el vino necesita oxigenarse. Aunque con la práctica, los aromas reductivos, «cerrados», se perciben rápidamente y se aprende a detectar qué vinos requieren oxigenación.
La decantación permite que el vino entre en contacto con el aire, lo que llamamos oxigenación. De esta manera, se recuperan los aromas frutales del vino.
El decantador se recomienda que sea de cristal para que podamos apreciar el color del vino. El cuello debe ser más estrecho que el cuerpo, ya que así el vino se desliza por las paredes oxigenándose poco a poco y despertando los aromas de este, además de favorecer la ventilación, en caso de que requiramos una mayor oxigenación. Podemos escoger entre diferentes tipos de decantadores, según nuestras necesidades.
Lo ideal es consumir la botella de vino una vez abierta puesto que el vino se termina oxidando al estar en contacto con el oxígeno.
Una vez abierta una botella de vino espumoso se oxida en horas, una de vino blanco se oxida en un día prácticamente y una botella de vino tinto puede durar apenas 2 o 3 días.
Hay no obstante algún truco para retardar la oxidación.
En primer lugar podemos tapar inmediatamente el vino, con el mismo corcho, y siempre por el mismo lado que estaba en contacto con el vino (un error muy común es utilizar el otro extremo lo que provoca que puedan entrar en contacto con el vino partículas de polvo del ambiente).
En segundo lugar, podemos usar bombas de vacío manuales que extraen el oxígeno de la botella y ayudan a su conservación durante más días. Finalmente, guardar el vino en lugares oscuros, y no muy calurosos ayudará a conservar más tiempo las botellas abiertas.
Con estos consejos las botellas de vino tinto abiertas pueden llegar a durar entre 4 y 6 días.
ESTE MES… QUÉ COPAS SON LAS ADECUADAS
La elección de la copa correcta para el vino aumenta el grado de satisfacción que proporciona el vino. Su forma y su tamaño son factores de importancia para una buena degustación.
El cristal debe de ser lo más fino posible, liso y con una transparencia absoluta. Lo más importante es que el diámetro de la boca sea inferior al del cuerpo para que el vino pueda desplegar sus aromas y sean retenidos. El tamaño de la copa deberá ser suficiente para poder agitar el vino de forma natural. Tiene que estar provista de pie y pierna suficientemente largo para que se coja por ahí y no por el cuerpo, evitando así calentar el vino o confundir los aromas del vino con cualquier perfume que emane nuestra piel.
La limpieza de la copa se llevará a cabo con agua y sin detergentes aromáticos. Se deben secar con servilletas limpias y sin perfume. Lo ideal es colgarlas para evitar olores extraños.
Vino Blanco: Es un poco más pequeña y baja que las copas para vino tinto, debe mantener más el frío del vino porque debe degustarse a menor temperatura. Estas copas dirigirán el vino hacia el centro o punta de la lengua para percibir las notas frutales o resaltar la acidez del vino.
Copa Chardonnay: Es una copa para vinos blancos, la apertura de la copa es un poco más cerrada que para vinos tintos, con esta copa se consigue potenciar la fruta y equilibrar la acidez del vino. Es la copa más conocida para vinos blancos.
Copa Borgoña: Es de gran volumen, para vinos tintos que necesitan oxigenarse bastante. Con este tipo de copa se consigue destacar los sabores afrutados reduciendo los sabores ácidos. La apertura es ligeramente más cerrada que la Burdeos.
Copa Burdeos: Tiene forma de tulipán, y su forma es muy amplia y alta, ésta también permite que los vinos muy elaborados se oxigenen. Tiene la apertura lo suficientemente grande para permitir oler el vino a la vez que se ingiere compartiendo los dos sentidos a la misma vez.
Copa de Jerez: Para utilizarla con vinos de Jerez, manzanilla o fino, también se utiliza para vinos dulces o de postre.
GEORGES PAULI
Copa de Cava: Tiene forma de flauta, alargada, lo cual permite realzar el aroma y potenciar sus características, como poder observar el movimiento hipnótico de las burbujas al subir por la copa.
1.- La temperatura ideal para conservar el vino es de 12º a 14º centígrados.
2.- Mantenga una temperatura constante. La temperatura no debe sufrir más de 2º C de fluctuación diaria y cualquier cambio debe producirse lentamente.
3.- Los mejores botelleros son los de madera o los construidos con materiales que no conduzcan el calor.
4.- Guarde las botellas en posición horizontal. Si los vinos se almacenan en posición vertical durante un período largo de tiempo, los tapones de corcho se secan, dejando paso al aire exterior, que con el tiempo va a llegar al vino, y estropearlo.
5.-Mantenga la humedad relativa del aire entorno al 70 %.La alta humedad mantiene el corcho húmedo y la evaporación al mínimo. Pero no permita que la humedad supere en mucho el 70%, ya que esto puede estimular el crecimiento de moho.
6.- Mantenga todos los vinos lejos de la luz, la luz solar directa y lámparas fluorescentes. Los rayos UV pueden causar vino un golpe de luz, dándole un olor desagradable.
7.- No mueva el vino. Trate de no moverlo una vez almacenado pues incluso las vibraciones provocadas por el tráfico, motores o generadores tienen consecuencias negativas para el vino.
8.- Aísle el vino de olores extraños. Recuerde que el vino «respira», por lo que no lo guarde cerca de emisores de olores fuertes, el olor se impregna a través del corcho y llega al vino.
9.-Mantenga la aireación o ventilación del lugar donde se encuentren los vinos pues ayuda a prevenir olores de humedades que afectan negativamente al vino.
10.- Guarde los vinos la cantidad adecuada de tiempo. No todos los vinos mejoran con el tiempo.
Acércate al mundo del vino en general y los vinos del mundo. Te explicaremos el proceso de la trasiega y catarás vinos de barrica americana y vinos de barrica francesa para descubrir los diferentes aromas, sabores, texturas. Posteriormente tomaremos un almuerzo típico como el que toman los propios trabajadores de la bodega para reponer fuerzas. Finalmente visitaremos la bodega y calados para terminar con una interesante cata didáctica en la que probarás vinos internacionales elaborados por nuestro prestigioso enólogo Georges Pauli en las principales zonas vitivinícolas del mundo.
Situada en el pequeño pueblo de Torremontalbo, en un paraje idílico, rodeada de sus propios viñedos y de suaves colinas, Amézola de la Mora fue una de las bodegas de rioja pioneras en implantar el modelo château francés y posee en su interior verdaderas maravillas como unos calados subterráneos únicos, originarios de la primera mitad del siglo XIX. En la actualidad la tercera generación de la familia continúa al frente de la bodega conservando todo el espíritu de sus orígenes y entregada con pasión al oficio del vino. Para conocer todas las actividades que organiza la bodega en torno al mundo del vino y su cultura podéis visitar su web: http://www.bodegasamezola.net/experiencias-interactivas
Las próximas fechas disponibles para realizar esta actividad son:
El precio de esta actividad es de 55 euros/persona (iva incluido).
Si estás interesado en participar en una de estas jornadas no dudes en contactar con la bodega y hacer tu reserva en info@bodegasamezola.es
Íñigo Amézola Blanco 2010
procede de la vendimia tardía de uvas seleccionadas de la finca María Antoñana, 5 hectáreas de viura plantadas en terrenos próximos al cauce del Ebro. Fermentado en barrica sobre lías y con un battonage practicado dos veces por semana, guarda un tiempo de crianza de 5 meses en barricas de roble francés nuevas (60 por ciento) y de primer año (40 por ciento). Las bodegueras María y Cristina Amezola destacan el poder aromático y las buenas condiciones que presenta la viura para el envejecimiento en madera, su alto perfil acídico y su intensidad aromática frutal lo que hacen del Iñigo Blanco un vino sorprendente.
Una edición limitada de 6.000 botellas y a un precio pvp recomendado de 18 euros.